Regreso motivado por el compromiso social y busco por la red casos de enfermeras que hayan dado su vida por una causa. Me doy de bruces con alguien a quien se le han dedicado numerosos monumentos y reconocimientos y cuya historia se representa el los dibujos de arriba. Primera Guerra Mundial: En agosto de 1915 los aliados lograron enorme impacto publicitario con el caso de
Edith Cavell, una enfermera de la Cruz Roja que trabajaba en la Bélgica ocupada. Cavell fue considerada culpable por un consejo de guerra alemán por haber cobijado en su hospital en Bruselas hasta doscientos soldados belgas, franceses e ingleses (prisioneros evadidos y pilotos abatidos), a los que prestó cuidados de Enfermería necesarios para después haberles ayudado a huir de Bélgica y reintegrarse a sus puestos de combate. Fue condenada a muerte y ésta provocó una ola de indignación y repulsas en los Estados Unidos, tan bien explotada por las autoridades británicas que los norteamericanos que antes había dudado de los relatos sobre las atrocidades alemanas tuvieron que reconsiderar su postura. El caso de Edith Cavell perjudicó notablemente a Alemania y su gobierno perdió la oportunidad de contraatacar cuando ésta se presentó. Pocas semanas después de la ejecución de Cavell, dos enfermeras alemanas que trabajaban en un hospital de la Cruz Roja en Francia fueron condenadas por ayudar a escapar a soldados alemanes y ejecutadas por los franceses. No obstante, los alemanes no intentaron en modo alguno explotar sus muertes. La opinión alemana consideraba que su conducta contravenía las normas de la Cruz Roja y que los franceses habían actuado correctamente. Su valor debía ser admirado, pero no era un tema sobre el que pudiera hacerse propaganda (tomado del libro Geoffrey Regan: Historia de la incompetencia militar) Aunque Edith Cavell hoy en día no es muy conocida por el público en general sin embargo algunas de las consecuencias de la popularidad que vivió en su momento si han llegado hasta nosotros. Por ejemplo, muchos historiadores creen que el fusilamiento de Mata Hari fue la respuesta francesa a la ejecución de Edith Cavell. Además su nombre se puso de moda y muchas niñas fueron bautizadas con él, entre ellas Édith Giovanna Gassion, nacida dos meses después de la muerte de Cavell, y más conocida por su nombre artístico:
Édith Piaf. Piaf ha llevado la gloria de la “Chanson” hasta nuestros días, dando su incomparable voz numerosos e imborrables éxitos. Entre ellos el “Je ne regrette rien” frecuentemente llamado “Rien de rien”. Dicho tema tiene decenas de versiones, a destacar la que
Ana Curra (Ex-Pegamoide y mucho más) hizo en la post-Movida y
la que estás oyendo de
Eva Durán extraída del muy muy muy recomendable disco
La Chanson Flamenca