Ya comentamos en su día el caso de Edith Cavell como una enfermera que luchó por la justicia ejerciendo como tal. Hoy el caso es distinto. Se trata de un caso algo belicoso, ya sé: Una valiente mujer a quien los acontecimientos le hicieron formarse como enfermera comprometida sobre la marcha, para finalmente convertirse en soldado por la independencia de su país (aunque fuera para independizarse de España). Es todo un personaje en su ciudad, donde tiene un pequeño museo (con instrumentos que usó como enfermera) y la escultura que ves en la foto.
Adela Azcuy Labrador, nació en Viñales, Pinar del Rio (Cuba) el día 18 de Marzo de 1861. De familia de mediana posición económica. De carácter inquieto y resuelto, la joven Adela cultivó desde su infancia la equitación y la caza, fortaleciendo su espíritu y su cuerpo, adiestrándose más tarde en el manejo de las armas de fuego, cuyos conocimientos, años después habrían de serle utilísimos en pro de la independencia de Cuba. una instrucción al estilo de la época y de las circunstancias pero lectora infatigable, aumentó el caudal de sus conocimientos a pesar de vivir en un medio estrecho y no apropiado para el desenvolvimiento intelectual de la mujer. Además, era guapa, poseyendo por todo ello un irresistible atractivo personal. Casó en primeras nupcias con un Licenciado en Farmacia, pero la terrible viruela ocasiona la muerte del esposo. Vuelve a casarse con un español empleado de la farmacia de su consorte desaparecido. Pronto comprendieron su poca afinidad. Él deseoso de mantener el poderío de España, ella desafiante y enérgica, comprometida cada vez más por la Independencia de Cuba. El 10 de Febrero de 1896 se incorpora en las fuerzas del Teniente Coronel Miguel Lores, el que al principio hizo alguna resistencia para admitirla por su condición de mujer, pero por su decisión inquebrantable y sus vastos conocimientos farmacéuticos adquiridos al lado de su esposo fueron motivos que hicieron posible su alistamiento como miembro de la Sanidad Militar. Aprendió de otras y finalmente desarrolló y destacó como brillante enfermera, por lo que adquiriría el grado de Capitana. Adela Azcuy (en esta foto se ve la cruz roja sanitaria sobre el uniforme del ejército mambí), más tarde, por su valor espartano, se convirtió de enfermera hábil y generosa, en el soldado más útil de las líneas de fuego insurrectas. Así lo demuestran varias actuaciones en combate que fueron comentadas encomiásticamente por todos los jefes mambises de su época. Terminada la guerra, se distinguió en la política de su país, ocupó durante algún tiempo el cargo de Secretaria de la Junta de Educación de Viñales, donde demostró talento y habilidad.En plena madurez de su vida y con ansias justificadas de dar a su Patria todo lo que ella todavía podía ofrecerle, con 53 años de edad, dejó de existir en la Capital de la República el 14 de Marzo de 1914, pasando a la Historia como la Enfermera que cambió su lucha desde los hospitales por la realizada en el frente de combate.
Y para escuchar hoy, pica aqui abajo para escuchar el tema EL MAYOR de SILVIO RODRÍGUEZ. Cuando lo canta en directo siempre dice que está dedicado "al mejor capitán que jamás tuvo el ejército mambí".
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