La clavícula funciona como una viga transversal que mantiene la separación entre el hombro y el tórax, oponiéndose así a las fuerzas de los músculos esternocleidomastoideo (ECM) y dorsal ancho. Cuando la clavícula se fractura o luxa, unos músculos, sin que la clavícula ya lo impida, atraen hacia el tórax el hombro; y el ECM tira hacia arriba del otro extremo. Ello hace que en la zona aparezca un saliente (Extremo interno de la clavícula fracturada). Si se aprieta el saliente, éste desciende para, curiosamente, volver a subir en cuanto se deja de presionar. Parece como si fuera una tecla, por lo que a ese signo, señal inequívoca de fractura clavicular o luxación acromioclavicular, se le conoce como “signo de la tecla”. ¿Qué hacer para que se produzca una cicatrización adecuada del hueso? Hay que evitar el acabalgamiento y para ello hay que “echar los hombros hacia atrás”. De ahí que el vendaje en ochos (ver unas entradas más atrás) que se hace sea tan “espectacular e incómodo”. Y para acompañar, pincha aquí y escucha los 20 segundos de entrada a la "tocata i fuga" de un grande las teclas: Bach
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario