El gran genio que fue Beethoven, tuvo diversos problemas de salud serios. Se dice que casi todos derivados de un saturnismo (intoxicación crónica de plomo, también llamada plumbosis). El nombre le viene de los alquimistas, que llamaban saturno a este pesado elemento. Pero para elemento nuestro amigo Ludwig. Se dice en general que padeció una otoesclerosis (problema de transmisión). Hoy, se discute mucho pues esta enfermedad es típica de comienzo a los 55 años, y LvB comenzó a quedarse sordo a los 28 (sin vértigos, lo que descarta el S. de Ménière). Quienes estudian al maestro, apuestan ahora por una lesión del nervio auditivo (tal vez por saturnismo) que es una lesión neurosensorial o de percepción. Es decir, lo que se especulaba sobre que oía el piano apoyando un arco de violín que le transmitía las vibraciones, o cortando las patas del piano y notando las vibraciones desde el suelo, tendría sentido en caso de ser hipoacusia por transmisión. Lo único documentado es que sí que usaba trompetillas (parte inferior de la foto), lo que le vendría a paliar el problema en ambos casos (transmisión o neurosensorial). Si una enfermera/o le hubiera hecho unas simples pruebas con diapasón hubiéramos sabido de qué se trataba. Mejoría en el Weber y una transmisión ósea bien y aérea mal para un problema de transmisión como la otoesclerosis; o un empeoramiento en el Weber con una mejoría en aérea o empeoramiento en ósea y aérea en caso de problema neurosensorial (lesión del nervio).
Su hipoacusia final fue absoluta. Ello no consiguió privarnos de su genialidad (conveniente escuchar la 7, 8 o 9ª Sinfonía compuestas con hipoacusia). Sus diarreas crónicas, y muy especialmente su pancreatitis alcohólica sí.
Su hipoacusia final fue absoluta. Ello no consiguió privarnos de su genialidad (conveniente escuchar la 7, 8 o 9ª Sinfonía compuestas con hipoacusia). Sus diarreas crónicas, y muy especialmente su pancreatitis alcohólica sí.
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