viernes, 6 de abril de 2007

HOUSE


HOUSE

En un rato comenzará la serie Dr. House. Desde el punto de vista del arte, es sin duda la mejor serie en mucho tiempo y de lo poco que se puede ver por la tele en estos momentos. Desde el punto de vista social, sería una serie bochornosa por machista y ensalzar el desplante, el maltrato y la mala educación. Desde el punto de vista sanitario, conviene saltar un primer rechazo por plantear un mundo sanitario donde no existe la Enfermería. Pensando en su origen todo se comprende. Desde el punto de vista del personaje es donde empieza la salsa. ¿Quién podría querer un médico extraordinariamente adicto a un opiáceo, con más mala leche que los morciaguillos, con cierto punto punkarra aunque lleva Converse y es motero? Sólo parece salvarle que escucha a los Clash ¿o tampoco?. Cuando en sus orejas no hay un fonendo hay un emecú3, digo un emepé3. Tras su necrosis muscular necesita bastón. Pero el bastón siempre fue símbolo de mando; y la Medicina como ciencia es representada por el Bastón de Esculapio. ¿Casualidades?. Discuto con un amigo si se puede sentir afecto por el Doctor Casa (ése es su nombre). Al final consensuamos (hemos demostrado que un dedo de Habana nos favorece el consenso) que House es un médico de primera visita. Es decir, cuando se tiene algo muy grave y se desconoce qué es, lo que hay gente que quiere es a alguien que se lo diagnostique, sea como sea. Todo se le perdona, es un todopoderoso. Pasado un tiempo, cuando el paciente sabe todo de su enfermedad y visita con frecuencia una consulta, lo que busca ya es el apoyo humano y la cercanía que le haga sobrellevar tan pesada carga. Por eso House es un médico de primera visita, pero sería muy malo y denunciable para el seguimiento o consulta “rutinaria”. Por eso le perdonan sus pasaditas. Demasiados que no son House (o sí) se creen House en la realidad. Por esos roles es más difícil encontrar enfermeras prepotentes, aunque de todo hay.

La serie es una serie de personajes y lo mejor de House no es House. Foreman, la directora Lisa Cuddy o el oncólogo James Wilson, son personajes extraordinariamente construidos, aunque los guionistas evitan que le quiten protagonismo a Gregorio Casa.

Hoy ando en ascuas por si el bodrio que fue el capítulo pasado (sólo tuvo de interesante la reacción de un tipo al que le entra un insecto en el oído) será una cosa puntual o continúan en esa línea. Sería una pena. Lo dicho, es de lo poco bueno que hay, suelen aparecer cosas científicamente interesantes (no por su frecuencia, claro), y si ahora resulta que House se vuelve socialmente correcto, tendremos a un médico que todo lo sabe, dejará las pastillas, cambiará moto por coche y a los Clash por Bisbal, cederá el asiento a las ancianas y pasará consulta todo encantador. Genial y deseable para el Seguro pero no para la tele.¡Con una casa de la pradera ya tuvimos bastante!

PD: ¡Han puesto dos reposiciones! mejor ni comentar

PD2: Un buen amigo que es médico dice que los que saben muchos datos y son insoportables no son médicos. Lo detesta.

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