Hay enfermedades tan retorcidas que acaban produciendo contracciones musculares en la cara de manera que aparentan una risa. Es la llamada risa sardónica y un ejemplo de enfermedad que la provoca, el tétanos. La cosa en sí, como todo lo forzado, tiene poca gracia, claro. No obstante, cuando hablamos de una risa natural, espontánea, o simplemente fomentada y deseada, la podemos vincular a la salud. Lo mismo hasta habría que estudiar en Enfermería una asignatura de Risoterapia. Hace más de 4000 años que en culturas como la china o la hindú saben de sus bondades. El mismísimo Freud atribuyó a las carcajadas el poder de liberar al organismo de “energía negativa”, algo justificable fisiológicamente por una actividad especial que desarrolla el córtex cerebral apenas un segundo después de comenzar a reír. Y ¿de qué reírnos? Pues Teddy Bautista, quien comenzara como extraordinario músico de Los Canarios y terminara como feroz recaudador desde la presidencia de la SGAE, compuso en su día un tema titulado “Si no te ríes de tu propio culo, acabaras por tomártelo en serio”. Bueno, no sé yo si hay que llegar a tanto, pero ríete, hombre o mujer, ríete.
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1 comentario:
Qué grande eres Elías¡ Y no lo digo por la foto de la actualiación anterior sino porque en estos momentos saques lo de la risa.
UN abrazo muy muy grande
y para curar: mucha alegría.
Ángel
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