El pálido manchego capitalino, vuelve derrotado y cangrejoso desde la arena al hotel. Su paso por el chiringuito sólo le ha aliviado momentáneamente. Tras la ducha, van por el desagüe 3 toneladas de arena y al salir...¡allí está! Nunca le falla. ¡El aftersun! Las primeras gotas caen sobre su espalda como chorro de agua en sartén al rojo vivo. Se extiende y el alivio es indescriptible. De nuevo, el aroma del aftersun junto al de las sardinas del barito y el olor a bronceador de coco de la sombrilla de al lado, le han hecho saber que el verano ya está aquí. Y piensa que a este sí, al bendito inventor del aftersun sí que habría que hacerle un monumeto.
PD: Al aftersun le pasa como al ambú pero al revés. Todo el mundo le llama aftersun cuando su marca es Ecran. (pd: juro que no llevo comisión, es simple agradecimiento por el cuidado de la piel necesario tras el descuido de la piel)
PD: Al aftersun le pasa como al ambú pero al revés. Todo el mundo le llama aftersun cuando su marca es Ecran. (pd: juro que no llevo comisión, es simple agradecimiento por el cuidado de la piel necesario tras el descuido de la piel)
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